jueves, 17 de enero de 2013

Sarita M.C Acá la topin.

No podía contestarte con un simple comentario, sencillamente no podía.
Sarita Medina, alias mi pequeña, mi rubia, mi confidente, mi culé. No sé ni como empezar, pero creo que debería hacerlo diciéndote que eres la suerte de mi vida. Que hace cuatro años que te conozco y parece una vida entera, que te conozco más que nadie, que se cuando estás bien, cuando estás mal, cuando necesitas apoyo, cuando necesitas estar sola. Se los errores que has cometido, las soluciones que has intentando poner. Se aquello que te ha salido mal, eso otro que te ha salido bien. Que a pesar de como empezamos a ser amigas -odiándonos- aquí estamos, siendo la envidia de cualquiera, por que se que muchas personas darían lo que fuera por vivir una amistad como la nuestra, por vivir esos momentos que la han hecho tan especial, que la han hecho tan única. 
Que he crecido a tu lado, he madurado a tu lado, he vivido los momentos más importantes de mi vida junto a ti. He llorado, he reído, he disfrutado contigo. Me has regalado los mejores momentos que he vivido, los momentos que nunca voy a olvidar.
Y que a pesar de la distancia, de los problemas, a pesar de todo, eres mi pequeña, eres mi hermana, y siempre va a ser así. Aunque a partir de ahora puede ser que no nos veamos tan a menudo, aunque eso ocurra, NUNCA, pero NUNCA, olvides que eres mi vida, que eres mi fuerza. Que gracias a ti he superado todo lo malo que me ha pasado, he conseguido seguir adelante por que has estado ahí, para cuando lo he necesitado, fuera el momento que fuera.
Y que si este verano no lo paso a tu lado que no te quepa la menor duda de que voy a estar pensado en ti todo el tiempo ¿y sabes qué? Que voy a sonreír cada vez que lo haga, porque es lo único que puedo hacer cuando vienes a mi cabeza. Sonreír. Sonreír por todos esos momentos que me has regalado, y por todos los demás que voy a vivir, y sí, contigo. Y sí, TAL COMO ERES.


Te quiero para siempre, a pesar de todo. Y recuerda: nuestra historia es infinita.







lunes, 14 de enero de 2013

Dieciocho años de mi vida -Parte I-

Mañana faltarán tres días para mi dieciocho cumpleaños. Esa edad que todo el mundo espera ansiosamente, que necesita que llegue por eso de poder comprar tabaco en un estanco sin tener que inventarse las típicas excusas de "se me ha olvidado el DNI" o la mejor que he escuchado yo de manos de mi Youmustalkme "Me he dejado el DNI en el coche, ¿voy a por él?" (y le vendieron el tabaco a la cabrona). O poder ir a un supermercado tipo el Mercadona para comprar alcohol y no tener que pedirle a un mayor de edad que nos lo pase por caja, o entrar en discotecas, bares y demás sin tener que fingir más de lo que eres.
Pero cuando te paras a pensar "filosofeando" como suelo hacer yo, te das cuenta de que los dieciocho es mucho más que comprar tabaco o tomarte una copa en un bar. Son dieciocho años de tu vida pasados. Cuando cumples la mayoría de edad piensas: "Se acabó, ya puedo cerrar definitivamente la infancia y la adolescencia" Las que dicen que son las mejores etapas de un ser humano. Y aquí viene el tema de esta entrada: se terminó mi adolescencia, bye-bye.
Y pienso: ¿qué he vivido yo que tenga que recordar hasta el día de muerte? Normalmente la adolescencia se une a desamor, a problemas con amigas e incluso el final de alguna amistad, la bipolaridad, tan pronto reír como llorar, sentirte el motor que mueve el mundo y sentirte una mierda en él. Creerte más que nada ni nadie y sentir que no eres nada para nadie... en fin, esas típicas cosas que nos ha ocurrido a todo el mundo.
Y con todo el mundo me incluyo a mí: yo, personalmente, no diría que he vivido algún desamor, más bien lo llamaría desilusión, porque no se si he estado enamorada alguna vez y tampoco se si lo llegaré a saber algún día. Pero si he llorado por un niño, y mucho. Me he sentido una mierda, un pañuelo, algo de usar y tirar... y sí, le guardo rencor, y aunque se que está mal no puedo evitarlo, sencillamente le veo y sólo tengo ganas de hacerle sentir lo que me hizo sentir a mí. Pero aún así es al primero al que le doy gracias por haber aparecido en mi vida, por haberme hecho sentir como hizo y por haberme hecho todas las cosas que me hizo.
¿El fin de una amistad? Bueno, ya todos los que habéis leído algo de este blog sabéis que sí, he tenido la puta desgracia de vivir eso. Y sinceramente ni a mi peor enemigo le deseo lo que me ocurrió a mí. No puedo explicar con palabras lo que sentí (y a veces, en momentos de bajón, sigo sintiendo) cuando ocurrió. Sentirme verdaderamente sola, sentir que no voy a conseguir avanzar, que sin ellas nada va a ser igual, tener que verles todos los días y no poder decirles que les echo de menos, que no quiero seguir así, que les necesito en mi vida, y que les necesito de verdad. Aguantar sus burlas, sus desplantes, sus risas por lo bajo, sus insultos, y todo eso de manos de las personas que significaron todo para mí, y cuando todo me refiero a mi vida entera. En mis dieciocho años de vida he perdido, verdaderamente, tres amigas que fueron indispensables para mí en su momento y de verdad, es algo que ojalá no me pase nunca más por que hoy en día me pregunto cómo pude superarlo y seguir adelante (y hasta hoy sigo intentando recuperarme del todo). Yo creo que simplemente dejé que pasaran los días con sus horas y sus minutos, esperando que por una inspiración sobrenatural se pasara el dolor. Afortunadamente no me había dado cuenta que no estuve sola en ningún momento, y por algo sobrenatural no se, pero lo que sí se seguro es que gracias a Irene Legarda he vuelto a sonreír y a creer que la amistad si puede existir. Y por este motivo a esas tres niñas que me hicieron tanto daño hoy les doy las gracias, por que sin ellas no habría conocido verdaderamente a Irene, y se habría quedado en la simple compañera que era antes.
cont.

martes, 8 de enero de 2013

Una canción que dice demasiado.

Normalmente cuando escucho una canción me gusta entenderla, sentir lo que quiere contar y transmitir. Me encanta una noche ponerme los cascos, sumergirme en mi mundo y escuchar cada una de las canciones de mi móvil, entenderlas, llorar, sonreír... cerrar los ojos fuerte y olvidarme de todo y de todos para entrar en un mundo paralelo al real, MI MUNDO.
Pues el otro día, haciendo esto mismo que acabo de explicar me apareció en el modo aleatorio la canción 1900 de Auryn.


La primera impresión, generalmente, es buena. Una canción movida, pegadiza... pero el fondo de esta canción es demasiado.
Ya con sólo ver el título te hace pensar: ¿1900? ¿1900 qué? Pues hay que escuchar las dos primeras frases que resumen de forma perfecta la canción: "Solo derrota, ya llegan las almas que nunca pudieron volar. 1900 historias en el cementerio de la soledad" Y aquí está la historia de todos nosotros en cuanto al amor se refiere. NADIE puede decir que no se siente identificado con esta canción, nadie. "Ya llegan las almas que nunca pudieron volar" ¿Las almas? Las parejas que hemos tenido a lo largo de nuestra vida. ¿Que nunca pudieron volar? Que no llegaron a nada. "1900 historias en el cementerio de la soledad" Esas 1900 historias de amor, ya sea en pareja, de una noche, o de una semana, "enterradas" en nuestra cabeza, en nuestro interior. Esas historias que nos hacen ser quienes somos hoy en día, esas historias que nos realizan como personas. Y aquí está el significado de la canción, justo en las dos primeras frases.
"Quise pensar que esta vez nuestro reloj no marcaba un adiós. Y aunque París se apagó sigue latente esta historia de dos" Siempre que comenzamos una nueva relación, que al principio todo es mágico, único, pensamos justo la primera frase de ésta estrofa: queremos creer que no va a terminar. Pero, como dice después, se termina, aunque la historia sigue latente, sigue latiendo en el cementerio de la soledad que somos nosotros mismos.
Y ahora viene el estribillo.
"Encontrarás en el silencio de esta ciudad, ganando a cada paso que dan, las sombras que hacen de mi mitad una tragedia más"
¿Ciudad? Uno mismo. ¿Las sombras? Todas esas parejas que nos complementaron durante un tiempo. ¿Mi mitad? Esa mitad complementada por otra persona. ¿Una tragedia más? Otra relación que no llega a nada. Tan fácil y simple como eso, pero con tanto fondo detrás.
"Hay cicatrices abiertas y en el viejo edén tan sólo tempestad. Son sólo cuentos de niños perdidos que buscan llegar a algo más" Una vez que ya se ha entendido lo explicado anteriormente, esto es fácil de coger. Esas historias que nos cuesta olvidar, que forman cicatrices en nuestra memoria es lo que quiere decir la primera parte.
Pero una de las mejores frases de la canción: "Son sólo cuentos de niños perdidos que buscan llegar a algo más" Básicamente dice que no son nada más que historias de niños que buscan algo más pero que nunca llegará ese más por que son eso, cuentos de niños. Algo que desde el principio no tiene futuro, algo que se comienza para intentar pero que no se queda en otra cosa que en una historia más.
Y si seguimos escuchando cada frase, cada palabra, entendemos que ésta canción es, sencillamente, una de las mejores que escucharemos en nuestra vida, una canción que, estés cómo estés, triste, angustiado, feliz... siempre contará lo que te pasa o lo que te pasó en algún momento de tu vida.
Y para terminar, las dos frases claves:
El puente de la canción:
"Esa voz que me impulsa a borrar el dolor, tantos sueños perdidos en nuestro rincón. Ellas piensan que siempre el culpable fui yo. No fui yo."
Una prolongación del último estribillo:
"Ésta obsesión cobra un sentido tan inmortal, jugando a destrozas el honor, las sombras que hacen de mi mitad una tragedia más"
Leedlas, una y otra vez, y diréis conmigo que es una de las mejores canciones escritas jamás.

lunes, 7 de enero de 2013

Y un año después...

Releyendo mis entradas antiguas me he dado cuenta que el 50% de ellas van dedicadas a la que era mi mejor amiga-hermana-llámalo como quieras, y el otro 50%  a el niño que me gustaba-el error de mi vida-llámalo como quieras.
Pues un año después puedo decir que estoy mejor en esos dos aspectos. Qué coño mejor, mucho mejor. Pero no del todo bien. Respecto al segundo llámalo como quieras estoy perfectamente perfecta. Las cosas pasan y se olvidan, aunque el principio sea duro y cueste mucho. Él forma parte de mi pasado y, es más, me alegro mucho de que siga con la niña por la que me dejó, espero que sea muy feliz y también espero no encontrármelo nunca por la calle. Simplemente.
Respecto al primer llámalo como quieras las cosas ya se tuercen un poquito. ¿Por qué? Pues por que de verdad la quería, básicamente. Y por que cuando te acostumbras a vivir durante catorce años junto a una persona es difícil asimilar que ya no está y también es complicado intentar acoplar tu día a día sin ella. Y yo sigo en ello, por que me está costando mucho levantar cabeza. Y lo peor es que el motivo por el que después de un año y varios meses no esté bien sobre este tema es por que no consigo colocar a alguien en su lugar. No sé si es por que no hay nadie como ella, por que me da miedo volver a confiar así o simplemente por que no quiero que otra persona ocupe su lugar.
Hay algo que me dijo mi hermana una de las muchas veces que he hablado con ella sobre este tema que se me ha quedado grabado en la cabeza: "No vas a encontrar a nadie que la remplace, porque no existen dos personas iguales, pero sí vas a tener a alguien que te hará sentir lo que un día consiguió ella. Sólo tienes que dejarte". Y bueno, en eso estoy. Pero sigue siendo complicado.




Mis cuentas.

Y antes de empezar a escribir dejo mis cuentas personales de Twitter y Ask para quien quiera seguirme.
Ask: www.ask.fm/BeiiPortilla
Twitter: www.twitter.com/BeiiPortilla__

Aquí estoy otra vez.

Pues he vuelto por aquí a volver a escribir lo que pienso, tal cual. He modernizado un poco esto (sobretodo los gadgets) y a partir de ahora hablaré de muchas más cosas. No sé cuántas personas me leerán y la verdad es que me da igual, no voy a dejar de escribir por ello. ¡Bienvenidos otra vez! :3

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Nuestro gran final.

Realmente no sé ni por qué hago esto... la gente dice que es un modo de desahogo, pues bien, digamos que es algo así...
¿14 años no? ¿Para siempre, no? Y una mierda... de verdad, jamás pensé que serías tan directa... en pocas palabras te ha faltado decir "¡Hasta nunca, guapa!"
Pero bueno, es lo que hay, y no me voy a poner a llorar por ello... sinceramente si es así cómo termina todo, de este modo, de esta forma...de la noche a la mañana, que así sea.
Ya me has dado muchas veces por la espalda y no sé ni por qué me sorprendo, si realmente, por muchos "siempres, pase lo que pase" sabía que esto iba a ocurrir.
Y la verdad, con qué facilidad sabes mandar tantos momentos a la mismisima mierda, al cajón de "los recuerdos para olvidar".
¿Y sabes qué? ¿Sabes de lo que me doy cuenta ahora? Y es un poco triste darse cuenta de esto cuando ha llegado el final, pero bueno, mejor tarde que nunca... Me he dado cuenta de que somos tan distintas... que no imagino como he podido considerarte mi hermana... a mi parecer no valoras lo que tienes, no te das cuenta de lo que tienes hasta que la cagas y lo pierdes. A diferencia de que yo, por el contrario, cada minuto lo disfruto como si fuera el último, mis amigas son mis amigas de verdad, son mis hermanas, de que mis te quiero son completamente sinceros, y de que cuando digo la palabra siempre, es por que para mí es un siempre, un HASTA LA MUERTE.
Y por último, qué pena sentir que a la persona que pensabas que no podías conocer mejor te sorprende, y te das cuenta de que no la conocías NADA, de que realmente ha sido una extraña toda tu vida. Que has estado jugándote todo incluso la confianza con mi propia hermana. Peleas con mi propia familia, intentándoles meter en la cabeza que eres, o mejor dicho, eras mi hermana y que tenían que aceptarte tal cual eras... todo esto sólo para defenderte A TI. He dado la espalda a mucha gente por "nuestra amistad" ¿para qué? ¿para esto? En fin... dicen que de los errores se aprende.